Los contactores de calefacción pueden experimentar múltiples averías durante su uso, lo que requiere su sustitución. He aquí algunas situaciones comunes y sugerencias para solucionarlas:
En caso de sustitución del contactor
Bobina dañada: Si la bobina está abierta o en cortocircuito, suele ser necesario sustituirla. Se puede juzgar midiendo la resistencia de la bobina con un multímetro.
Sobrecalentamiento: Cuando la tensión de alimentación es demasiado alta o demasiado baja, o se produce un cortocircuito en el interior de la bobina, puede provocar que ésta se sobrecaliente y se queme, en cuyo caso también es necesario sustituirla.
Desgaste del contacto: Cuando el contacto está desgastado a 1/3 de su grosor original o se produce una soldadura abierta, el contacto debe ser reemplazado para asegurar un buen contacto eléctrico.
Soldadura por fusión del contacto: Si el contacto está fundido debido a un cortocircuito de la carga o a una baja tensión de funcionamiento, se debe sustituir el contacto y comprobar el estado de la carga.
- Arranque frecuente o carga excesiva
Si el contactor de calefacción funciona con arranques frecuentes o cuando la carga supera la corriente nominal, puede resultar dañado. En ese momento, debe considerarse la sustitución por un contactor de mayor capacidad.
Cuando el contactor de CA no se puede aspirar o soltar lentamente, puede deberse a un fallo mecánico, a un fallo del muelle o a una tensión de alimentación inestable. Si después de ajustarlo sigue sin funcionar con normalidad, es necesario sustituir el contactor.
- Factores medioambientales
Los contactores utilizados en entornos difíciles (por ejemplo, humedad, altas temperaturas, etc.) tendrán una vida útil más corta si no se mantienen a tiempo, y puede ser necesario sustituirlos con antelación para evitar fallos en el equipo.